En esta lección consideraremos el segundo aspecto de la doctrina de la providencia, esto es, la concurrencia. Louis Berkhof define la concurrencia como “la obra de Dios por la cual el coopera con todas sus criaturas y las hace actuar precisamente como lo hacen.” Esto realmente es un santo misterio pero hay testimonio bíblico para afirmarlo y tiene serias implicaciones para nuestro entendimiento del mundo y nuestra vida práctica. Nos hace dependientes de Dios y agradecidos con él; y nos lleva a ser diligentes en usar los medios que Dios ha determinado para cumplir sus fines.