Santidad de majestad

Antes de considerar la santidad de Dios como un atributo moral que expresa la pureza de Dios, veremos la santidad de Dios como un atributo de majestad que manifiesta la «otreidad» de Dios, es decir, lo distinto y singular que es Dios. Esta santidad fue la que contempló Isaías. El profeta pudo ver lo glorioso, majestuoso que es Dios y que no hay otro igual a él. Y al ver esta santidad de majestad, Isaías, aunque era un hombre de integridad, pudo ver su propia miseria y pequeñez a la luz del Dios alto y sublime. Si queremos crecer en santidad, necesitamos profundizar más en la majestad y santidad de Dios.

Compartir: