Nacido en pecado (Levítico 12)

Este capítulo es complicado porque nos dice que una mujer incurría en inmundicia ceremonial cuando nacía su bebé, fuera varón o mujer y era necesario realizar algunos ritos de purificación durante varios días. Este tiempo era de solemne meditación tanto para la madre como para el padre. Meditaban en que la criatura que acababa de nacer, ciertamente hecha a la imagen de Dios, había nacido en pecado. Pero así como la sangre (que era santa para el Señor porque simbolizaba la vida) era lo que hacía a la mujer impura, la sangre la regresaba a la santa comunión. Esto anticipaba el derramamiento de la sangre de Cristo por la cual somos limpiados de toda impureza del alma.

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