Él anda sobre las olas del mar (Juan 6:16-21)

Después de haber alimentado de forma milagrosa a una multitud, Jesús se retiró a un monte a orar solo. Mientras tanto, los discípulos están en medio del mar en una débil barca luchando contra vientos y grandes olas. Es entonces cuando llega el Señor caminando sobre el agua sin ningún esfuerzo y salva a sus discípulos temerosos. Por medio de este milagro, Jesús no solo demostró su gloria y deidad, sino que también fortaleció y maduró la fe de sus frágiles discípulos. Esto nos enseña que en las pruebas y aflicciones, el Señor nos sacude y humilla para que dobleguemos ante él nuestro duro corazón y nos demos cuenta que la más grande bendición que tenemos es Cristo mismo.

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