¿Por qué preocuparnos por lo que enseñaban otros cristianos del pasado? Porque a lo largo de la historia Dios a levantado maestros y porque podemos así evitar herejías que han sido combatidas anteriormente. En la Confesión de Fe de 1689, este tema es tratado en el capítulo 30 párrafo 7. Junto con ella, otras confesiones concuerdan que Cristo está presente por su Espíritu Santo; que la Cena del Señor es más que un memorial pues es un canal por medio del cual somos bendecidos por la gracia para nuestro peregrinar; y que la ordenanza ha de ser recibida con fe.