No deis las perlas a los cerdos

El Señor les está diciendo a sus discípulos que deben de usar su juicio para que cuando estén predicando el mensaje del reino a los hombres, un mensaje tan valioso como lo santo y tan precioso como las perlas, y ellos ignoren y se burlen del mensaje, deben de ser tratados como inmundos, como perros que no deben consumir lo santo, y como cerdos a los que no se les deben de dar las perlas. Para ellos solo se les debe juzgar con silencio. Pero no quiere decir que no debemos predicar el evangelio a toda criatura o a aquellos que no se han arrepentido después de escuchar por mucho tiempo pero tampoco se burlan ni blasfeman.

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